jueves, 14 de mayo de 2009

Amores En Toque De Queda




Eran las 6:30am y la señora Cecilia Mejia, se encontraba en el hospital regional del pueblo la Libertad, ella una señora pobre y humilde, pero de un corazón muy rico, en ese momento la señora cecilia estaba sudando pues de su vientre salía su primer hijo, ella paria física y mentalmente, pues pensaba como iba a ser su vida de ahora en adelante, ella trabajaba vendiendo empanadas en el parque del pueblo, con lo que vendía, daba de comer a su madre, una hermana menor y a ella misma, el dinero casi no alcanzaba, pero ella estaba acostumbrada, desde niña, le había tocado duro, solo estudio hasta segundo, pues después tuvo que ayudar en la casa, para ella lo importante era su familia, la señora cecilia pensaba como había llegado a su embarazo, recordó a Rafael Gaitán, un señor de ojos claros, alto, blanco de cabello muy oscuro y un galán con las mujeres, además era un viajero que venia a La Libertad cada 4 meses y se quedaba una semana o dos, era adinerado pero conocido como un tacaño, para la señora cecilia el era el hombre ideal, lo tacaño y mujeriego lo pasaba por alto pues sus ojos, sus encantos a la hora de conquistar eran únicos, el era cliente fiel de las empanadas de la señora cecilia, hace nueve meses don Rafael llego al pueblo, luego de cuatro meses de ausencia, era algo de costumbre, el llego a su casa frente a la iglesia del pueblo, de color rojo y azul como los colores de la bandera del pueblo, en la tarde de ese mismo día se asomo a la ventana ya iban a hacer las 6, la iglesia ya iba a tocar las campanas, no para la misa ,sino para el toque de queda pues Los bandidos casi siempre se asomaban a esa hora y fusilaban al que estuviera en las calles, don Rafael vio ala señora cecilia quien iba con su canasto hacia su casa, el rápidamente bajo las escaleras, se asomo a la puerta y la llamo, le pidió que le vendiera 3 empanadas, ella mientras las sacaba, se fijaba como don Rafael la miraba seriamente y con una seducción con la cual ella se sonrojaba, al dárselas a don Rafael, el le agradeció y metió su mano al bolsillo, pero a la hora de pagarle a la señora cecilia sonaron las campanas de la iglesia, y Don Rafael se dio cuenta que no tenia dinero en su bolsillo , le pidió a la señora cecilia que lo esperara mientras subía y bajaba el dinero, la señora cecilia le pidió que se apurara pues los bandidos iban a llegar, el subió rápido, las escaleras de madera traqueaban al ser pisadas, don Rafael busco en la mesa de noche y no encontró su dinero, pasaron dos minutos, y recordó que lo había puesto en el bolsillo interno de la chaqueta, la cual se encontraba abajo, detrás de la puerta donde se encontraba la señora cecilia, a toda prisa bajo, las escaleras avisaban ala señora cecilia que don Rafael se acercaba, don Rafael movió un poco la puerta hacia adelante saco el dinero de su chaqueta, retrocedió un poco la puerta y cuando iba a entregársela a la señora cecilia se escucharon unos disparos, asomo su cabeza hacia fuera y vio como en un Willis jeep, rojo y un poco oxidado aparentemente por su vejez y el sol, se acercaba, era el comandante “piedraliza” y sus secuaces, iban a pasar “revista” como decían los del pueblo, don Rafael de una vez supo que eso no era bueno, que así la señora cecilia fuese mujer ellos no iban a tener piedad de ella, o la mataban o la violaban así que cogio a la señora cecilia del brazo y la entro rápidamente a su casa, ella se sorprendió y le agradeció, don Rafael le dijo que lo disculpara pues lo que había pasado sucedió por su culpa por no pagarle las empanadas rápido, todo se lo dijo con una seriedad lo cual hacia que la señora cecilia cojiera un color rojo cada vez mas fuerte, no era de mal genio al contrario se sentía con pena pues para ella el era un galán, don Rafael apago las luces, para que el comandante “piedraliza” y sus secuaces no vieran las ventanas ni el interior de la casa eso lo hacían todos los del pueblo, Don Rafael invito a la señora cecilia a entrar y hablar, mientras el comandante “piedraliza” y sus secuaces se retiraban y así ella podría irse a su casa , ella acepto con una timidez que hizo que don Rafael sacara una sonrisa irónica, mostrando sus grandes dientes y perfectos, brillantes como el oro y blancos como el algodón puro, ambos subieron se sentaron en una pequeña sala, donde los muebles eran de madera y llevaban unos cojines amarillos muy bien bordados, todo estaba muy bien arreglado a su alrededor, solo se podía ver polvo sobre las ventanas, don Rafael le empezó a hablar a la señora cecilia, le pregunto sobre su familia, ella le comento que vivía con su mama y con una hermana de 14 años, don Rafael le siguió preguntando y la señora cecilia le seguía respondiendo, en la sala se sintió un poco de calor y mientras hablaban en voz baja para no llamar la atención del comandante “piedraliza” ni tampoco de sus secuaces, la señora cecilia veía como don Rafael la miraba ya no tan serio pero si con un carisma que hacia que su corazón se acelerara un poco mas, paso alrededor de una hora y las preguntas por parte de don Rafael se hacían cada vez mas interesantes, la señora cecilia se sentía cada vez mas en confianza y mas encantada, ella se decidió a preguntarle , luego de haber pasado una hora respondiendo, le pregunto a don Rafael que pensaba de lo que hacia el comandante “piedraliza” y sus bandidos, el le comento con un tono mas serio que no deseaba hablar de ello pues sus palabras se podían untar de lagrimas, la señora cecilia se sorprendió pues pensó que ver a su galán llorando seria arrollador para ella y comprendió de una vez que don Rafael compartía el pensamiento y el sentido de indignación que sufría el pueblo, derepente la señora cecilia cambio el tema y le pregunto de forma irónica y prudente a la vez, sobre su esposa aunque lo chistoso no fue el tono de la pregunta sino el color que la señora cecilia cogio una vez mas, un rojo intenso como el sol de un desierto, don Rafael le contesto que no había encontrado a alguien que llenara sus expectativas, aunque a ultima hora estaba apareciendo, la señora cecilia le pregunto quien era esperando una respuesta como una mujer de otro pueblo o que había conocido en algún viaje de repente de forma seria y directa don Rafael le contesto “usted” en ese instante, la señora cecilia sintió un retorcijon de pies a cabeza, su color ya no era rojo intenso sino un blanco pálido, don Rafael se acerco a ella pues pareciese que ella se iba a desmayar, la tranquilizo y le ofreció un vaso con agua, la abrazo, ella se sentía como en el cielo, se quedaron mirando uno al otro fijamente, el serio y ella emocionada a punto de votar lagrima, el se balanceo sobre ella de forma lenta y le dio un beso, para la señora cecilia fue lo mas emocionante de su vida, cuando el beso termino ella le pregunto porque lo hacia, don Rafael le contesto que sintió el impulso y le pidió disculpas por haber hecho eso, ella las acepto, de repente se escucho en la parte de afuera un carro que se alejaba y un silencio quedaba en el centro del pueblo, se asomaron lentamente y los bandidos, junto al comandante “piedraliza” se habían marchado, ambos miraron el reloj de la iglesia y eran las 8:25pm ya era tarde y la señora cecilia le explico a don Rafael que tenia que marcharse pues su familia debía estar preocupada, don Rafael entendió, la acompaño a la puerta y se ofreció a acompañarla a su casa, la señora cecilia rechazo de forma respetuosa la oferta , le agradeció y se despidieron de mano, ella se marcho, se fue caminado lento y aceptando lo que había pasado, no lo creía hasta se pellizco, haber si estaba soñando, obviamente no se despertó pues era real, lo que sintió fue un pequeño dolor pues el pellizco se lo causo, al llegar a su casa recibió, un fuerte abrazo de su hermana y un rollo de lagrimas y regaños recibió de su mama, la señora cecilia siguió por la casa como un sonámbulo sin poner atención a nada y se recostó, en los cuatro días siguientes, intercambiaba miradas fijas y a veces apasionadas desde su puesto en el pueblo hacia la ventana de don Rafael, no volvió a entrar a la casa de don Rafael, pues se iba mas temprano, al parecer la señora cecilia se quería hacer la difícil, luego de los cuatro días, don Rafael se acerco a su puesto de empanadas venia con un traje negro y una camisa blanca, unos zapatos que dejaban ver su gran pie, además traía un aroma fuerte en todo su cuerpo, don Rafael saludo a la señora cecilia , con un suave beso en la mejilla, ella no se sonrojo, pero ella en su interior sentía su corazón muy agitado, don Rafael procedió a hablarle y sin mas preámbulo fue directo, la invito a tomar las onces a su casa a las 5: 45 PM ella acepto, el se despidió y se fue, pasaron las horas y alas 5:30 PM recogió el puesto, fue y se arreglo a su casa se puso un traje azul rey con lentejuelas brillantes ,el cabello suelto y unos tacones no muy altos, todo era de la época de juventud de su madre, al salir de su casa noto que eran las 5:50 PM por lo tanto agilizo el paso, mientras caminaba por las calles del pueblo todos la miraban desde las ventanas, algunos hombres salieron ala puerta, el vestido resaltaba su gran figura, la cual se escondía todos los días detrás de un delantal, algunas mujeres sintieron envidia y otras pensaron que era una prostituta que iba a negociar algo con el comandante “piedraliza”, al llegar a la puerta toco dos veces, la señora cecilia escucho como las escaleras traqueaban rápidamente, todas en una sinfonía conjunta, para ella ,esa noche todo iba a ser música, don Rafael le abrió rápidamente la saludo de beso en la mejilla, la invito a seguir no sin antes decirle que estaba muy bonita, se sentaron con una vela prendida, pero sonaron las campanas y se tuvo que apagar, don Rafael había preparado unos langostinos al curry algo extraño para la señora cecilia que sintió pena al no saber comerlo, pero que disimulo de una forma sorprendente, como si supiera hacerlo, ella pensó que era la magia de la noche, fue pasando la noche, alrededor de dos horas, todo se torno apasionado, y paso lo que tenia que pasar, el tiempo se detuvo, para el placer de la pareja, paso un tiempo se escucharon unos gritos, al parecer venían de afuera, don Rafael se asomo , el comandante estaba llevando de rastras a una mujer al parecer para fusilarla, don Rafael sintió una lastima y un dolor que no podía describir, luego doña cecilia tambien se asomo, don Rafael le dio un beso, y luego volvió a ver y sintió que un sentido de cansancio se apoderaba de el, dejo salir su valor, bajo las escaleras, corrió adonde estaba el comandante “piedraliza” y le proporciono un golpe, de inmediato los secuaces del comandante lo reprendieron, la mujer a la que arrastraban se escapo, a don Rafael lo amarraron a un árbol, mientras tanto la señora cecilia llenaba un pañuelo de agua, era de sus lagrimas, mientras veía las atrocidades, el comandante golpeo a don Rafael tomo 15 pasos del árbol central hacia fuera volteo alisto el arma y dijo “todo aquel que se revela muere”, de inmediato, don Rafael medio inconciente dijo “es increíble que en este pueblo de la libertad seamos presos de zánganos y estiércol como lo son estos bandidos”, “viva la libertad” después se escucho un boom, como decían los del pueblo, la señora cecilia vio como una bala atravesó la cabeza de don Rafael, de inmediato cayo al piso y siguió llorando, eso es lo que recordaba la señora cecilia en esos momentos de parto, en medio de su tristeza, se escucha unos lloriqueos lo que alegraba a la señora cecilia de Gaitán, provenían de un bebe: Rafael Gaitán Mejia para recuerdo del galán que conoció la señora cecilia, se sabe que tiempo después como a los cinco mese de la muerte de don Rafael el estado tomo el control del pueblo y el comandante “piedraliza” y sus secuaces fueron apresados. En conmemoración a don Rafael se le dio el titulo de “El libertador”, y sus palabras fueron talladas en el centro del pueblo.